Buenaventura impulsa proyecto San Gabriel con inversión de hasta US$500 millones

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La Compañía de Minas Buenaventura, una empresa peruana, tiene entre manos uno de sus proyectos más grandes, con una inversión estimada entre US$ 470 millones y US$ 500 millones en gastos de capital. El proyecto se llama San Gabriel, una mina subterránea de oro y plata ubicada en el distrito de Ichuña, provincia de Sánchez Cerro, en la región Moquegua.

En el primer trimestre de 2024, la compañía planea comenzar la instalación de la planta de concreto para San Gabriel, y se espera que la construcción del campamento de San Gabriel se complete para finales del mismo año. La producción en San Gabriel está programada para iniciar en diciembre de 2025, con la expectativa de agregar entre 120,000 a 150,000 onzas de oro anuales a la producción de la empresa.

La mina San Gabriel cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado desde marzo de 2017. La inversión en este proyecto abarca diferentes aspectos, incluyendo procesos de ingeniería y adquisición. La empresa destaca que el avance en los procesos de ingeniería está en un 90%, mientras que los procesos de adquisición se encuentran en un 89%.

Además de San Gabriel, la estrategia de inversiones de la compañía se enfoca en aumentar la producción de plata en su Unidad Uchucchacua. Se menciona el proyecto Yumpag, que se espera permitirá superar las 10 millones de onzas de plata anuales en Uchucchacua durante varios años.

En cuanto a otras operaciones, se informa que el yacimiento Tajo Norte de la Unidad Colquijirca, perteneciente a Sociedad Minera El Brocal, está suspendido hasta finales de 2025, a la espera de la aprobación de todos los permisos para expandir la mina. Mientras tanto, las operaciones se centrarán en el aumento de la producción de la mina subterránea de cobre Marcapunta, con metas de llegar a 10,000 toneladas por día (TPD) en el presente año, 11,000 TPD el próximo año, y alcanzar las 12,000 TPD en 2025. La compañía busca mantenerse como un importante contribuyente a la producción de oro en Perú, a pesar de desafíos como proyectos estancados, menor producción y conflictos sociales en la región aurífera.